Elevar glúteos es el gran objetivo de toda mujer y a fuerza de gimnasio y dietas muchas veces se logran los objetivos, pero el resultado se obtiene a largo plazo. Actualmente, el mercado estético ofrece alternativas que prometen objetivos inmediatos: levantar y darle mejor forma a la cola. Se trata de la gluteoplastía o lifting de gluteos no quirúrgicos, un método apenas invasivo que fue desarrollado “para la modelación y el embellecimiento de los glúteos, sin dejar cicatrices y está indicado en los casos del tratamiento de flaccidez de esa zona”, explica el dr. Julio Ferreira, medico cirujano y presidente de la Academia Sudamericana de Cirugía Cosmética, a cargo de la clínica que lleva su nombre.
El método fue creado hace más de doce años por el Dr. Nikolay Serdev de Sofia, de Bulgaria. En Argentina, el doctor Julio Ferreira lo utiliza desde hace diez años con gran éxito: “El principio de esta técnica es el de armar una verdadera malla interna entrecruzando tensores naturales, especialmente diseñados y de origen búlgaro, que se colocan en el espesor del tejido subcutáneo glúteo por intermedio de un instrumental especifico y mediante una micro incisión de 2 milímetros reforzando así la estructura de sostén”, detalla Ferreira.
La importancia de la técnica radica en que se utiliza en casos de mediana flaccidez de la región glútea. Los resultados son inmediatos y naturales, ya que determina la elevación de los glúteos caídos y la mejoría del aspecto de la piel sin necesidad de colocación de prótesis o intervenciones quirúrgicas mayores.
Los glúteos toman así una posición más alta y se les otorga una agradable forma redondeada.
En los casos necesarios se puede complementar con la técnica de lipoescultura de la región, cuando el cuadro de flaccidez se acompaña de una adiposidad localizada o de celulitis, logrando así un resultado de armonía y proporción. Es un tratamiento totalmente ambulatorio que se realiza con anestesia local.
Estas revolucionarias técnicas – que cuestan a partir de los dos mil dólares– se destacan por “su seguridad y comodidad para el paciente, quien puede retornar rápidamente a sus actividades y por su notable efecto inmediato sin cicatrices visibles”, subraya Ferreira.
Fuente: Clínica Ferreira
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